Un producto tan, tan bueno, que hay que censurarlo. No había otro remedio. Porn food de manual.
Una campaña que partía de la premisa del pixelado de las imágenes que contenian carne, dirigido al B2B y B2C. La campaña tenía un nivel de continuación, una fase que llamamos infinita de marketing news en la que jugabamos con la competencia y algunos otros rivales, como Heura.