El principal objetivo era desligar el nuevo producto (barritas) de la imagen que tiene la marca, como fabricantes de turrón. La campaña buscaba la contraposición de la realidad de los ingredientes con respecto a las situaciones vividas por los protagonistas en el spot o el key visual.

Creamos un nuevo branding, packaging incluido, asociado a la campaña “ingredientes reales para personas reales”: Rlly, contracción de la palabra REALLY. Un nombre claro y conciso que transmite los valores que diferencia del resto de marcas y conecta con el público al que nos queremos dirigir.

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