La tecnología del AR lleva unos cuantos años en desarrollo junto con su hermana la VR. Ambas son herramientas complejas pues traen el entorno abstracto y virtual directamente a la realidad, creando experiencias nunca antes vistas. En mi opinión, como programador e investigador de proyectos interactivos en Schrödinger Group, aún son herramientas a las que les queda tiempo para estar plenamente desarrolladas e integradas en nuestra sociedad, aunque van abriendo paso poco a poco y sacando todo su potencial.

La AR desde mi punto de vista tiene potencial, es novedad y un terreno aún por explorar dentro de las experiencias interactivas. La capacidad de superponer imágenes y videos directamente en cualquier superficie y darles una tangibilidad que antes no tenían, es un paso más allá en una experiencia de usuario más creíble e inmersiva y tiene una variedad de aplicaciones increíble.

Con nuevas herramientas vienen ideas innovadoras y en mi experiencias investigando sobre el tema, he visto cosas muy interesantes. Entre ellas, camisetas con marcadores para poder llevar un video o un modelado 3D contigo, puzzles en 3D  que aparecen en una mesa y mirándolo desde diferentes ángulos los resuelves, premios o sorteos interactivos en los propios productos comprados si los escaneas mediante un QR, videojuegos utilizando elementos de la vida cotidiana como: obstáculos y otras aplicaciones para mejorar el marketing o la diversión siempre un paso más allá.

Además de diversión, ya hay empresas que están empleando la tecnología AR como un pilar más de su negocio. Por ejemplo con una ruta que te indica en qué pasillos están sus productos, cuál es su localización exacta, cómo llegar a ellos, así como cuántos quedan. Gucci es un gran ejemplo de ello, donde virtualmente te deja ver cómo te quedarán los zapatos que te quieras comprar.

Otras empresas como Ikea, también han utilizado la tecnología AR  para captar la atención del cliente teniendo la posibilidad de colocar los muebles en realidad aumentada en sus hogares. Gracias a esta novedad, el consumidor puede ver con sus propios ojos cómo se ve su casa con los muebles seleccionados, así como el color de pintura que escoja.

La AR y VR tienen mucho potencial y estoy seguro de que con los años estas tecnologías se volverán parte de nuestro día a día, acercándonos al concepto de traer lo ficticio al mundo, como siempre hemos visto en películas futuristas con sus impresionantes hologramas.

Por último, queda el uso más importante y revolucionario del AR. El de ayudar a las personas, ya sea a profesionales mejorando su efectividad en el sector, estudiantes en su aprendizaje o mejorando nuestro día a día.

Me estoy refiriendo por ejemplo a cuando Google sacó sus famosas glasses que justo ahora están viendo un segundo resurgir. Otro ejemplo que recuerdo donde se emplea de nuevo esta tecnología, es en un taller mecánico, cuyo video se hizo viral, donde los profesionales veían paso a paso cómo reparar un coche utilizando métodos más eficaces, instrucciones de seguridad, recordatorios así como las herramientas imprescindibles.

Un video que realmente me asombró fue cuando vi utilizar la tecnología AR con fines didácticos, donde buscaban aprender anatomía humana y animal superponiendo con una maqueta todo su organismo.

En definitiva, estoy deseando conocer los avances en este campo y ver las comodidades que esta tecnología emergente, pero aún dormida, nos deparará en un futuro.

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